Cuadernos Secretos de Washington Irving

"Estimo imposible realizar un inventario de tantas flautas líquidas, de cifrar las partituras que los ángeles interpretan con ellas..."

Hace tiempo un familiar me regalo este libro y siempre terminaba por leer otras cosas, dejandolo abandonado en un estante.

¡Qué gran equivocación!


Este libro fue escrito por Miguel Ángel Moleón Viana, contiene varios dibujos que encontraréis de lo más divertidos.
Con un estilo propio de la novela histórica narra la estancia del escritor norteamericano en la Alhambra, durante su búsqueda de la tumba del último rey de Granada Boabdil, hijo de Abu-I-Hasan Ali.
Miguel Ángel recupera de forma imaginaria los textos y daguerrotipos que Irving seguramente habría utilizado a la hora de escribir Cuentos de la Alhambra en el libro Los Cuadernos Secretos de Washington Irving.

Para conseguir su propósito Irving contará con la ayuda de su colega el duque de Gor, un verdadero genio, especialista en tesauromanía y elfología. Que a mi parecer es uno de los mejores personajes * - *


Cosas que me llamaron la atención.

• Al comenzar la lectura pronto me sorprendí y maraville al descubrir el extenso vocabulario ante el que me encontraba. Pocos libros actuales contienen semejante riqueza, eso sí, sin caer en la pedantería.
• El estilo narrativo es sencillamente precioso, eso lo que algunos llamarían dibujar con las palabras, hacer arte. Soy el rey solitario de la lluvia, mi reino es una corte de fantasmas vaporosos y dorados por instantes, según el sol juegue a la alquimia caprichosa de convertir la melancolía en oro. Mi palacio son las ruinas donde el agua encuentra su instrumento musical, el piano de las goteras.
• En todo momento hay lugar para el humor y la ironía como podréis ir viendo a lo largo de la lectura. Especialmente al rededor de la figura de el de Gor.
• La belleza de las descripciones sobre la Alhambra seguro que tampoco os dejara indiferentes :)

Quizás al ver su portada y las ilustraciones podáis creer que os halláis ante literatura infantil. Una gran equivocación, pero cuidado, no quiero decir que un niño no pueda leerlo y disfrutar con él ^ ^