9.9.15

EL MORADOR DE MONTE REINIER. CICLO CHAMÁN


—Soy un chamán y tu padre era mi discípulo, por eso pasaba tantos meses en África —le reveló mientras apoyaba la máscara sobre el escritorio—. Creo que la muerte del bueno de Howard no se debió a causas naturales y mereces saberlo. No estoy seguro de qué fue lo que pasó, pero puedo hacerme una idea. Durante este último año se obsesionó con una entidad que estaba muy por encima de su poder y a la que ansiaba subyugar. Le advertí que no lo hiciera, pero ya lo conoces, es tan ambicioso…
¡Bardos y bardas! ¡Ha vuelto Ánima Barda!

Pues sí, eso que veis en mis manos es el tercer número de la revista. ¿No notáis algo raro? ¿Diferente? Pues sí, efectivamente, es el número más grande que hemos hecho: A5.

Contiene 152 páginas. ¿Tanto? 15 relatos, dos artículos: El pulp de los nuevos tiempos y A fondo: Las Penny Dreadful. ¡Ah! Y un artílato, que viene a ser una mezcla de las dos categorías anteriores: Pulp con pulpa

Neil acercó una de las lagartijas a sus labios —aquella cuya boca había sido cosida— y le susurró lo que parecían ser una serie de instrucciones. Después la depositó en el suelo y los dos observaron en silencio cómo se perdía entre la hierba indomable del jardín de los Jones.

En esta ocasión he colaborado con un relato muy especial: El morador de Monte Rainier. Para mí es  importante ya que marca el inicio de un conjunto de relatos al que he bautizado como Ciclo Chamán.


Ya hay otro relato que aparecerá publicado muy pronto en la antología Sueños, de la editorial Otros Mundos. Su nombre es Psicopompo y nos cuenta el pasado del protagonista de este ciclo: Neil.

Pero no quiero adelantaros nada así que me centraré en hablaros de El morador de Monte Rainier, a pesar de compartir personajes comunes pueden leerse de forma independiente, ya que Psicopompo transcurre durante la adolescencia de Neil.

Howard M. Jones, un biólogo de renombre, ha muerto en extrañas circunstancias durante su última conferencia en Vancouver. Sin embargo la prensa olvidará pronto lo sucedido. Su hija Felicity se niega a creer la versión oficial y acude a la casa paterna para poner todo en orden. 
Esta es la máscara

Recibirá la visita de un misterioso hombre que se hace llamar Neil, en cuya mirada se adivina poder. Dice ser un viejo amigo de Howard, viene de África y quiere recuperar una viaja reliquia que le prestó al difunto: una máscara.
Akhnthogo giró la cabeza hacia Felicity, a pesar de no tener ojos y de que aquello solo era una visión del pasado creada por las lagartijas, supo que la entidad la había visto. Ahora avanzaba a toda velocidad hacia ella.
Pronto Felicity comprenderá que su padre no era el hombre que ella creía conocer, tenía secretos y uno de ellos le costó la vida, pero hay cosas sobre las que ni la propia muerte tiene poder y un peligro se cierne sobre la joven.

Espero que os animéis a haceros con este nuevo número de Ánima Barda en el que podréis encontrar lo impensable: piratas sin sombra, supervivientes en un planeta misterioso, escorpiones gigantescos...


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