10.8.15

LECTORES AÉREOS, DE GABRIELLA CAMPBELL

Cora se acercó a Cinco. Su cerebro le gritaba en varias voces distintas, a cada cual más alarmada, que desistiera. «A lo mejor así atraen a sus víctimas —alcanzó a pensar—, las hipnotizan». Fue entonces cuando se dio cuenta de que las demás mantícoras se habían callado.
Título: Lectores aéreos. 
Autora: Gabriella Campbell. 
Editorial: Autopublicado (Amazon y Lektu). 
Páginas: 153. 
Precio: 2,99 €. 
Sinopsis: ¿Quieres leer sobre edificios que respiran, reencarnaciones fatales, predicciones ineludibles, vacas alienígenas, mantícoras moribundas y corazones de cristal? Este es tu libro.

Campbell explora aquí algunos de los elementos más siniestros del ser humano (y de lo que no es humano), en este compendio de quince relatos (algunos cortos, algunos largos: todos perfectos para devorar antes de dormir). Van tocados de algo fantástico, algo que no es de este mundo, y todos tienen en común una búsqueda de lo bello y lo tenebroso a través de la sexualidad, el absurdo y, cómo no, la magia.
Aunque esta antología incluye algunos relatos publicados en la web Gabriella Literaria (http://www.gabriellaliteraria.com), la mayor parte del contenido es inédito, publicado por primera vez en este libro digital.



Llegué hace algún tiempo por casualidad a la web Gabriella Literaria y desde que leí el primer artículo me enganché a este rincón. He aprendido mucho con sus reflexiones, listas, recursos para escritores... tenía ganas de empezar a leer su libro El fin de los sueños, coescrito con Cotrina, pero hace poco sacó este compendio titulado Lectores Aéreos.

¿Por qué destaca este libro? ¿Por qué elegí leer este y no otro de mi monstruosa pila de lecturas pendientes? Muy fácil: la originalidad. Es diferente, se mueve a través de géneros que adoro (Fantasía, Ciencia Ficción, Terror, Realismo), sus personajes son verosímiles; muestran la diversidad, no entienden de prejuicios o de tabúes.
—¿Qué piensa la casa de todo esto?

Susana no contestó de inmediato, y Enric sabía que esa era una mala señal. La opinión de la casa era de peso.

—La casa está… —Susana dudó de nuevo—. La casa está nerviosa.

—¿Nerviosa? ¿Cómo puede estar una casa nerviosa? —Enric hizo la pregunta por desahogo; conocía bien la personalidad temperamental del edificio.
Antes de pararme en cada relato, me gustaría compartir con vosotros mis favoritos: Ir a morir, Musa, El día en que desaparecimos, Paredes como gargantas, Black Magic Woman, Nada en el mundo, Historia de un plagio, Lectores aéreos, Y diente por diente.

La extensión no una constante, los hay muy cortos, largos e intermedios. Tampoco existe un nexo común que los una. Campbell ha comentado en varias ocasiones que algunos de los más breves nacieron para ser leídos en su web.

Otor punto a favor de este libro es la naturalidad con la que se trata la sexualidad y las relaciones bisexuales, lésbicas, homosexuales y heterosexuales. No cae en los tópicos, es la diversidad de la que os hablaba antes. Ninguna prima sobre otra, todas coexisten.

Ir a morir, nos sumerge en una nave llamada Circo, en la que viajan todo tipo de criaturas fantásticas. La narración centra su atención en las mantícoras (tenéis justo después de la ficha del libro una imagen muy molona) que son de lejos los pasajeros más peligrosos. El personaje principal es Cora, una de sus cuidadoras. A pesar de la interacción con todo tipo de fabulosos animales (una cría de kraken, unicornios...), la atmósfera es pesada, las tareas mecánicas lo son todo para los humanos que trabajan en Circo. En este relato de Ciencia Ficción se hace hincapié en lo cotidiano y en el misterio que guardan las mantícoras. ¿A dónde van cuándo muere? ¿Qué le sucede a sus cadáveres?
 
Atenea junto a las musas, de Frans Floris (c. 1560).

Musa, Darla encarna la versión actual de lo que serían las musas de la antigua Grecia. Pero lejos de tratarse un don, la autora nos presenta el polo negativo de este don, que presenta aquí como una maldición, cuyas consecuencias son imprevisibles.

El día en que desaparecimos. ¿Casas que se mueven? ¿Palabras que cambian? ¿Relaciones transmutadas? Estas son las preguntas a las que se enfrentan dos amigos.
Un relato de corte weird en el que somos testigos de la evolución-separación de estos dos universitarios.
—No —negué, insistente—. No me lo estoy inventando.
Cualquier otra persona intentaría explicarme que la memoria es tramposa. Pero Adri me miró muy seria.
—Es como la casa. El nombre se ha movido.
Polvo, se centra en el amor imposible entre una camarera y un ser antropomórfico de otro mundo. El tiempo pasa de un modo distinto para ellos. ¿Lograrán sincronizarse?

Paredes como gargantas, tiene un protagonista inusual, silencioso. Lo intuimos, pero casi hasta el final no sabemos que ella es la que decide. Una casa personificada, acerca de la cual es más lo que se insinúa que los datos con los que contamos. El Terror hace su incursión en esa colección de relatos, pero sin dejarse llevar por la prototípica casa encantada. Contiene una crítica al capitalismo que impera en nuestros días, pues para muchos no somos personas, sino números, posibles ganancias.

La curiosidad de Tim, se centra en la telepatía. Tim encuentra unos auriculares que le permiten escuchar los pensamientos de cuantos se cruzan con él. Este hallazgo cambiará su realidad y el modo en el que se relaciona con su entorno.

El extraordinario caso de Emil von Trope y Jack el Destripador. Un ocultista prepara junto a la élite de Londres un pretencioso ritual que permitirá averiguar la identidad de Jack el Destripador. ¿Cuáles son sus verdaderas intenciones? ¿O se trata de un ilusionista? El amor y las locuras que se cometen para obtenerlo o conservarlo es la esencia de esta divertida historia.

Black Magic Woman, es una suerte de homenaje a cuentos como la Sirenita. Podríamos clasificarlo como realismo mágico. Es oscuro, tiene algo que te atrapa. La maternidad es el eje sobre el que gira nuestra protagonista que da a luz a un delfín.
El mundo científico decidió que era imposible y que debía de tratarse de un aborto natural, acompañado de engañosos efectos ópticos, o de un montaje. Después de todo, las niñas de doce años no dan a luz a delfines
Nada en el mundo, nos habla de una adicción muy particular. De cómo un hombre rescata a una adicta, de la batalla que ésta tiene que librar día a día para no recaer. ¿Ganarán sus demonios?

Un romance eléctrico. ¡Steampunk! Una autómata con una misión que el amor desbaratará. Divertida y breve.

Historia de un plagio. Metaliteratura. Dos hombres unidos por el amor a la misma mujer, dos escritores cuyas obras son plagiadas por ella. Es un relato realista, que encantará sobre todo a los escritores.

Delirio. Volvemos a la Ciencia Ficción, pero en esta ocasión mezclada con Fantasía. Viajes en el tiempo y corazones de cristal. (No he podido evitar pensar en Doctor Who, aish * . *).
 
Lo inevitable. Silvia sabe que su vida será corta pues de niña una adivina le habló de su futuro, elaborando una suerte de profecía y ésta, como todas, se cumplirá de formar inesperada. El amor malentendido, el egoísmo conformarán un cóctel explosivo que nos llevará a un final oscuro e impactante. El misterio está muy bien llevado hasta el final.
La anciana le había dicho tres cosas: que con nueve años se rompería una pierna; que con dieciséis conocería al amor de su vida; que con veinticinco moriría. No eran palabras bonitas para decirle a una niña.
Lectores aéreos, da nombre a este libro. Se nos presenta a unos misteriosos seres con rasgos humanos, pero también se asemejan a las aves. No sabemos quiénes son ni qué hacen, pero se ve que están acostumbradas a hacer su trabajo. En esta aventura robarán a un viejo capitán de barco sus poemas.

Y diente por diente. Trata la reencarnación como algo común, algo que es no solo investigado, sino que hay leyes que regulan la justicia cósmica.  
Me ha recordado a La ley del amor de la mexicana Laura Esquivel, uno de mis libros favoritos que trata también el tema de las vidas pasadas y cómo éstas repercuten en nuestro presente. Esta novela tiene tintes de Ciencia Ficción que este relato no presenta.

Un duro retrato de lo que supone el maltrato, las consecuencias de nuestros actos a través del tiempo y del espacio. Y como siempre, el amor. Un amor destructivo, pero también imperecedero.
Si hacía tres vidas Teresa había sido una mujer maltratada, era hacía tres vidas. Ahora tenía una mirada clavada, inamovible. Apenas pestañeaba, vestía de gris sobrio y elegante. Buena figura, tal vez hermosa bajo la cara seria y el entrecejo arrugado en un gesto eterno de preocupación. O tal vez esas eran las más fáciles de dañar, aquellas a las que les ibas quitando las capas una a una hasta que te revelaban el interior carnoso y blando, expuesto, que querías estrujar hasta que gritaran
El horror, los límites de la ética y la violencia pueblan el cierre de Lectores aéreos. Y sin embargo, es uno de los más transmiten, no conocemos a la protagonista y aún así se me humedecían los ojos a lo largo de la lectura.

Después de leer esta reseña entenderéis por qué soy de las que piden que este libro salga en papel. Es una joyita, de esos que dejan huella. No se limita al entretenimiento, causa impacto en el mundo interior del lector.

Gabriella Campbell

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